El viaje transcurrió felizmente y a pesar de que nos llovió bastante un par de días, pero bueno, lo mas incómodo era andar por la calle con en traje de agua y el paraguas, una vez subidos a la moto daba igual que lloviera que hiciera sol....
Cogimos el Ferry Norman Asturias, Gijón - Saint Nazaire, ida y vuelta, en principio nuestras reservas eran de butaca ya que cuando sacamos los billetes no había camarotes disponibles, una vez en recepción del barco preguntamos si tenían algún camarote disponible con la suerte de encontrarlos tanto para la ida como para la vuelta, eso si, pagando. El viaje duraba 15 horas, sale de puerto a las 21 horas y llega a destino a las 12 h. del día siguiente. Tanto en el viaje de ida como en el de vuelta la llegada a puerto es puntualísima. Para volver desde Saint Nazaire salió con una hora de retraso pues había muchos camiones para embarcar pero durante el viaje esa hora de retraso fué recuperada.
Al llegar al Puerto de Gijón una vez que entras en la zona portuaria es "tirar too tieso" siguiendo las indicaciones, al final llegas a unas casetas en las que te pones a la cola y te piden la carta de embarque y el DNI, una vez superado este trámite vas pasando hasta un operario que te indica en que linea de embarque te has de colocar, ahí hay que esperar hasta que te avisen de que puedes pasar al barco, las motos las últimas, la ventaja es que pa salir las primeras.
El viaje en barco fue una experiencia muy agradable, hay que llegar a puerto dos horas antes de la hora de salida, o sea a las 7 pero como las motos embarcan las últimas después de coches y camiones, pues hay que esperar un par de horas en la línea de salida. Cuando te lo indican vas entrando al barco, posas la moto donde te manden, sacas las cosas que necesitas (que no vas a poder volver a ella hasta el desembarco), pones pata de cabra, no caballete, metes primera, dejas que la amarren y subes hacia recepción del barco por la escalera mecánica.
Si preves que te vas a marear, es mejor tomar una Biodramina media hora antes de salir y otra una hora después, para dormir tomas además un Orfidal y hasta el día siguiente quedas desconectado y amaneces como un reloj. El barco y los camarotes están muy limpios y bien atendidos, las comidas y bebidas en el barco no son caras, hay una pequeña tienda, un bar y dos restaurantes, además puedes quedar por los salones viendo la tele o salir a cubierta a ver el mar o las estrellas.
Continuará.


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